
¿Estás planteando cambiar la grifería en tu cocina en Medellín?. Si es así, no es tan difícil como puede parecer. Lo cierto es que es un paso que merece la pena afrontar, ya que, aunque parezca un elemento sin demasiada importancia. Influye notablemente en la estética y en el uso diario del agua en casa. Cambiar el grifo de tu cocina, por ejemplo, a priori y, desde luego, es una tarea que puedes realizar sin ningún tipo de experiencia previa. Te contamos detalladamente cómo hacerlo.
Materiales y herramientas necesarios para cambiar el grifo de la cocina.
Cambiar el grifo de la cocina es un proceso sencillo, lo que implica que tampoco vas a necesitar demasiadas herramientas. Y que, además, los materiales de montaje van a ir incluidos en el pack del grifo que compres.
Estos componentes, además de la parte visible y que ya viene montada y ensamblada, están formados por latiguillos, vástagos de apriete, juntas y pletina. (deberás comprarlos aparte si los necesitas más largos), En cuanto a los utensilios necesarios, tan sólo te hará falta un destornillador y una llave inglesa. (dos si vas a utilizarlas para sujetar dos vástagos al enroscar).
Cómo cambiar el grifo de la cocina paso a paso.

Para cambiar el grifo de la cocina es fundamental que sigas los siguientes pasos en el orden correcto. Ten en cuenta que hablamos de un elemento de fontanería, por lo que cualquier error puede suponer desagradables fugas de agua. Teniendo en cuenta que, la grifería de la cocina es uno de los instrumentos que más utilizamos en el día a día de una vivienda. Lo que significa que se somete a un gran desgaste que sólo superará si se instala en las mejores condiciones.
El primer paso es Retira el antiguo grifo de tu cocina.
Antes de esto, es muy importante que cortes el agua en el lugar donde vayas a operar. Encontrarás dos llaves de paso, que corresponden al agua fría y al agua caliente, aunque si quieres asegurarte puedes cerrar también la general.
A continuación, por debajo del fregadero encontrarás los latiguillos del antiguo grifo, los cuales debes desenroscar con la llave inglesa. Es posible que, se pueda perder un poco de agua que haya quedado en el interior. Por lo que siempre es recomendable poner un cubo debajo. Cuando hayas desenroscado los latiguillos por completo, puedes hacer lo propio con los vástagos que mantienen el grifo en su lugar y retirarlo por completo.
En segundo y tercer lugar, Prepara el grifo nuevo y une los latiguillos.
En la base del grifo nuevo verás dos juntas de estanqueidad y una pletina metálica. Retira ésta última, une de las de goma y coloca el grifo en la base con la otra junta en la base. Pasa ambos latiguillos por el hueco hacia debajo del fregadero.
El tercer paso es Unir los latiguillos al nuevo grifo, enróscalos con una llave inglesa en los orificios del grifo. Por otra parte. Comprueba, si los que se incluyen por defecto tienen la longitud suficiente. Si no es así, puedes comprar unos más largos o unir unos más cortos a los que ya tenías. Aunque la primera opción es la más recomendable. A partir de este momento, comenzamos a trabajar por la parte de abajo.
Últimos dos pasos, aprieta y enrosca.
Ahora, aprieta el grifo en su lugar. Apretar el nuevo grifo de la cocina en el fregadero. Es importante que coloques en primer lugar la junta de goma que habíamos retirado anteriormente. A continuación, sitúa la pletina metálica para sostenerla al apretar.
En este punto entran en juego los vástagos, donde verás un tornillo que sirve para apretarlos. Independientemente de si tu grifo incluye uno o dos (es más habitual lo segundo). Cuando termines, asegúrate que el grifo ha quedado centrado en su lugar y bien fijado.
Por último, Coloca los latiguillos en la toma que les corresponde. En pasos anteriores no hemos hecho ninguna especificación en su ubicación con respecto al grifo,. Pero a la hora de apretarlos en la entrada del agua, debes instalarlos correctamente.
Fíjate en las indicaciones de los propios latiguillos y de la entrada. Por lo general, el agua caliente se encuentra en la izquierda y la fría en la derecha, y posteriormente enróscalos donde corresponda apretando con una llave inglesa. Observa que las juntas estén en su lugar y que quede bien apretado.
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