Evitar la exposición directa al sol durante las horas más calurosas del día, generalmente entre las 10:00 y las 16:00 horas, es una medida importante para protegerse del calor y los daños causados por los rayos solares. Durante estas horas, el sol está en su punto más alto en el cielo y los rayos UV son más intensos, lo que aumenta el riesgo de quemaduras solares, golpes de calor y daños en la piel. Entre las 10 am y las 4 pm, los rayos UVB y UVA del sol son particularmente intensos, lo que aumenta el riesgo de daños en la piel y los ojos. La exposición prolongada al sol durante estas horas aumenta el riesgo de quemaduras solares, que pueden ser dolorosas y dañinas para la piel.

Durante las horas de más calor, aumenta el riesgo de sufrir un golpe de calor, ya que el organismo puede tener dificultades para regular adecuadamente la temperatura corporal. La exposición prolongada al sol puede hacer que pierdas más líquido a través del sudor, lo que puede provocar deshidratación si no bebes lo suficiente. La exposición excesiva al sol puede causar daños en la piel, como envejecimiento prematuro y un mayor riesgo de cáncer de piel. Si debe pasar tiempo al aire libre durante estas horas, trate de tomar medidas de protección. Use ropa clara, transpirable y de colores claros para protegerse del sol. Use sombreros de ala ancha para proteger su cara y cuello.
Evite la exposición directa al sol entre las 10 a. m. y las 4 p. m.
Manténgase a la sombra o busque lugares frescos durante las horas más calurosas. Beba mucha agua para mantenerse hidratado. Limite la actividad física extenuante durante estas horas. Aplique regularmente protector solar con un alto factor de protección UV. Si sigue estas precauciones, podrá disfrutar de su tiempo al aire libre de forma segura y reducir el riesgo de daños por el calor y la luz solar.